16 añitos.





Hay personas que simplemente te marcan, gente con la que, sin ningún tipo de explicación, tienes un vínculo que diferencia esa relación de cualquier otra.
Realmente, dudo que todo el mundo mantenga ese tipo de conexiones con alguien.
Maria Pilar es una de esas personas. Ella lleva conmigo desde el intervalo entre mi primera semana y mi primer mes. Siempre ha estado ahí, ya sea como amiga o como enemiga, pero nunca nos han ido las medias tintas. Nunca hemos dejado que nadie se metiese ahí, en lo que nosotras tenemos, ni en lo bueno ni en lo malo, hemos sido siempre nosotras dos y un grupo alrededor. Esta actitud, siempre ha despertado tanto lameculos, como gente que no nos ha soportado, y por lo general, lameculos que a la larga se han hartado. No nos importa.
¿Tenéis la certeza de que existe alguien en vuestra vida con quien, pase lo que pase, siempre estaréis? No me importa discutir con Maria Pilar, porque se que todo eso son estupideces que nos sirven para darnos cuenta de que no nos vamos a separar. Nosotras bajaremos al parque y vigilaremos a nuestros hijos para que no se caigan de los columpios juntas.
Sin duda, una persona, a lo largo de su vida, conoce infinidad de gente. ¿Cuántos de ellos no están tan solo de paso? ¿Cuántos se fueron? ¿Cuántos no aguantarán?
Conozco a algunas personas desde hace bastantes años también, y aunque con algunos de ellos tenga buena relación (no muchos, pero alguno hay), no es algo comparable.
Yo daría por ella, cosa que no puedo decir de muchos más. ¿Sabéis por qué? Porque aunque no siempre hayamos sido amigas, como digo, siempre estuvo ahí. Porque cuando hemos sido amigas, ella ha dado la cara por mí mientras que muchas otras personas tan solo intentaban quedar bien con los demás sin importarles que yo las necesitara. Y sobretodo, porque mientras a la mayoría no la necesito para absolutamente nada, ella pertenece a ese grupo de no más de tres personas a las que sí necesito, y a las que no me importa pedir ayuda, ante las que sí puedo mostrar debilidad.
Maria Pilar, fuera coñas, eres lo más parecido a una hermana que tengo, y aunque por lo general lo utilicemos como triquiñuela para marear a la gente, yo te considero una hermana.
Lo siento por el resto que nunca podrá ser comparable, pero a Mapolo le permito cualquier cosa, porque ella también me lo permite a mí. Se llama tolerancia (resulta increíble de dos personas como nosotras, pero la vamos logrando aunque no lo creáis), confianza y sinceridad, tres cosas que no conseguimos encontrar con cualquier persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario