#Y comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirse ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día. Y se lo dices. Y se lo dices a él. Y eres consciente de que hay respuestas que quizá deben cambiarse. Es preciso partir para volver a encontrar el camino.
Y él dice que no, que me equivoco, que somos felices juntos. Me coge por el brazo, me lo aprieta con fuerza. Porque cuando alguien a quien quieres se te va, intentas detenerlo con las manos, y esperas poder atrapar así también su corazón. Pero no es así. El corazón tiene piernas que no ves. Y él se va diciendo '' -Me las pagarás '', pero el amor no es una deuda que saldar, no regala créditos, no acepta descuentos.


Por pedir, pido dar un paseo al mismo paso, frenarnos en seco de repente, y mojarnos los labios sin que nos vea la gente. Pido, mientras caminamos por cualquier calle, llevarte y traerte al contarte cualquier estupidez, agarrando con mi mano tu brazo, y tu risa fuese la mejor de mis melodías, y despues, en un intento por no dejarme ir, me hagas perder todo menos la sonrisa.


que tanto has besado, tú que me has enseñado, sabes mejor que yo que hasta los huesos sólo calan los besos que no has dado, los labios del pecado.
Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada, un laberinto sin luz ni vino tinto, un velo de alquitrán en la mirada.
Me envenenan los besos que voy dando y, sin embargo, cuando duermo sin ti contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado, y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura. Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina y bailes sin orquesta y ramos de rosas con espinas, pero dos no es igual que uno más uno...

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