Nach

Gracias por no juzgar. Gracias por escuchar sin opinar. Gracias por hacerme saber que siempre estarás allí si te necesito. Gracias por hacerme saber que, aunque hago cosas que no comprendes, me estás esperando, aunque algo nos separe.

A lo largo de la vida, disfrutamos de la compañía de diferentes tipos de amigos. Los amigos de nuestra niñez a quienes apenas recordamos, los amigos de la escuela primaria, el “mejor amigo” durante la adolescencia, amigos que hacemos en el trabajo, amigos con los cuales compartimos buenos momentos, compañeros de tragos. A medida que nos hacemos mayores, un amigo con el cual compartimos una taza de te y una conversación.
En cualquier etapa de la vida, con cualquier tipo de amistad, ésta es una conexión pura entre dos personas, un vínculo de sinceridad compartida que no está afectada por cálculos de pérdida o ganancia.
En las amistades de la niñez, ninguno de los niños tiene suficiente madurez como para apreciar profundamente a otra persona. Sin embargo, durante la adolescencia, tener un amigo, creer en él y tratar de corresponder a su confianza y las promesas hechas, es realmente nuestra primera experiencia de retarnos a nosotros mismos y atesorar a otras personas.

Aún entre las 5,8 billones de personas que habitan este planeta, es muy raro encontrar amigos auténticos e incondicionales con los cuales puedas ser tú mismo y quienes entienden tus sentimientos y forma de pensar sin necesidad de palabras.N.B♥

3 comentarios:

  1. ana:
    bualaaaaaaaaaaa! qeu bonito texto :)
    te tengo que enseñar uno qeu saque de nosedonde y que te gustaria porqeu hay partes que son parecidas.
    setequiereeee(L)

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  2. oinsssssss N.B, que majikoooooooooooos![L]
    osquiero

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  3. guau! que entrada más bonita! todas tenemos ese amigo al que poder contarle nuestras cosas mas intimas, sabiendo que nos va a comprender! PRECIOSO! un besito -L

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